Casa Consistorial de Altea
Información del proyecto
Ubicación: Altea, Alicante
Fecha: 2020
Superficie: 2.400 m2
La idea se ha centrado en crear una conexión entre el Frente Marítimo y la plaza del Ayuntamiento. Para ello se ha recurrido a transportar el mar hasta la zona de actuación, representando las olas en las formas de la nueva plaza.
A través de este nuevo espacio se han distribuido y diseñado los bancos para crear unos trayectos de acceso y movimiento a través de la plaza hasta la nueva pasarela. Se ha reordenando todo el espacio destinado a la plaza creando un nuevo espacio público sin escalones, más ligero y limpio, sin elementos innecesarios, y con mayor superficie de asientos.

Se amplía el espacio frente al ayuntamiento para actos públicos, eliminando la mayoría de elementos existentes.
Se han creado más zonas verdes donde se reubica la vegetación existente, mejorando el espacio visual y que junto a las figuras curvas crea un entorno más natural.
Se utiliza el color blanco para el pavimento de la plaza, y los elementos que lo complementan, tan presente en las edificaciones de Altea y en sus espacios públicos.
La plaza se concibe como un espacio de convivencia y nexo de unión entre el mar y la pasarela de acceso que nos lleva hasta Altea de Dalt, se pretende crear un lugar para la visita y el relax en el que el mar siga presente y representado por el entorno.
El Ayuntamiento se ha reformado por completo, mejorando sus acabados interiores y exteriores, pero manteniendo al máximo todos los elementos posibles para evitar el encarecimiento del coste de reforma y ampliación.
Se diseña un sistema de lamas en forma de olas que tamizan y controlan la entrada de luz aportando un confort térmico mayor. Las lamas se utilizan como otro elemento de unión entre el mar y la plaza, y permiten desmaterializar el edificio fusionándolo con el cielo y aportando una imagen que recuerda a las olas del mar en movimiento, gracias al material utilizado que refleja y cambia de tonalidad dependiendo de la proyección de los rayos de sol sobre él, aportando una sensación de movimiento.
La nueva pasarela se diseña con formas curvas, con un paso más ancho que permite un mejor acceso y mayor comodidad para los viandantes. Además, se ha bifurcado en dos en el desembarco en el Pasaje Constitución, lo que permite acceder a ella desde Altea de Dalt en diferentes puntos. La pendiente de la rampa se disminuye al crear un recorrido más largo con un encuentro central con vegetación que permite un paso por la pasarela más armónico y natural.
La nueva configuración de los espacios crea un conjunto armónico, en el que los elementos funcionan como un todo, manteniendo el hilo conductor de la idea y creando un espacio para la reunión y versátil, que aporta un espacio para la creación de actos públicos, recreativos, lúdicos y sociales.

